¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la policitemia Vera se basa en una combinación de criterios clínicos, laboratorios y de imagen. A continuación, se presentan algunos de los pasos para diagnosticar la policitemia Vera:
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Historial clínico y exploración física: El médico realiza un examen físico y pregunta sobre los síntomas y antecedentes médicos.
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Análisis de sangre: Se realizan pruebas de sangre para evaluar los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y proteínas.
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Hemograma: Se mide el recuento de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
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Prueba de eritrocitos: Se mide el porcentaje de eritrocitos en la sangre.
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Prueba de hierro: Se mide el nivel de hierro en la sangre.
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Prueba de mutación JAK2: Se busca la presencia de la mutación JAK2, que es común en la policitemia Vera.
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Biopsia de médula ósea: Se extrae una muestra de médula ósea para evaluar la producción de células sanguíneas.
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Estudios de imagen: Se pueden realizar estudios de imagen, como ultrasonido o resonancia magnética, para evaluar el tamaño del bazo y la presencia de trombosis.
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Criterios diagnósticos: Se utilizan criterios diagnósticos, como los establecidos por el Grupo de Estudio de Neoplasias Mieloproliferativas Crónicas (MPN), para confirmar el diagnóstico de policitemia Vera.
Es importante mencionar que el diagnóstico de la policitemia Vera puede ser complicado y requerir la evaluación de un especialista en hematología.